El cargadero oxidado


Esta antigua estructura construida en los años 60, tenía la función de cargar y transportar el mineral proveniente del ferrocarril a los barcos, para exportarlo a siderurgias europeas, principalmente Inglaterra y Alemania.
Está compuesto por tres plataformas unidas a la tierra por una estructura metálica en la que se ubica una cinta transportadora. Su funcionamiento era sencillo. El mineral llegaba en los remolques del ferrocarril, proveniente de las minas del Bierzo, depositaba el mineral a través de unas tolvas en la cinta transportadora y era llegado al cargadero, donde unas grúas lo depositaban en los barcos con el fin de exportarlo por Europa.
Estuvo en funcionamiento hasta 1987. Al final del reportaje he puesto una foto de cuando estaba en activo.
Después de 30 años sin mantenimiento, el tiempo se ha encargado de oxidar la estructura, haciendo que en algunos tramos el hierro parezca papel. Atento a cada pisada, se puede transitar por todos los tramos de la estructura. Para mi ese riesgo le da un punto a favor a este lugar tan deteriorado pero imponente.


































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La universidad fantasma


Esta impresionante estructura de más de 10.000 m2, construida inicialmente en 1875 pero ampliada durante años, comenzó su función como colegio religioso. Poco a poco fue creciendo el número de alumnos por lo que se tuvo que ampliar, pasando de colegio a universidad. Además de aulas, cotaba con numerosos espacios, como una hermosa galería con un patio central, barracones, una capilla, una enfermería, un salón de actos, un gimnasio, un observatorio astronómico o un gran patio de recreo. Muchos alumnos hacían su vida allí ya que la universidad les ofrecía donde dormir, comer y estudiar, además de diversas actividades. Con la llegada de la guerra civil, el gobierno militar convirtió la universidad en un campo de concentración de prisioneros políticos y combatientes del ejército republicano, llegando a albergar a cerca de 3.000 presos. Al finalizar la guerra, el recinto volvió a ejercer de colegio religioso, pasando unos años difíciles, apenas sin recursos y con un temeroso pasado el complejo cayo en la decadencia.
Ahora, tras casi cuarenta años de abandono, aun pude recorrer sus pasillos o darme una vuelta por su hermosa galería de madera milagrosamente en pie. Sin duda un lugar con un terrible pasado, que estando en su interior te hace pensar las trágicas historias que seguro que allí se vivieron.